Arrancamos
la semana con un clásico: el vestido trapecio que seguro que han llevado en alguna ocasión nuestras madres, hermanas mayores y ahora nosotras.
Un vestido trapecio puede tener muchas variaciones y aún así adaptarse a su
definición: vestido que es estrecho en el canesú y se ensancha de manera
holgada en la parte inferior. Los vestidos trapecio clásicos eran sin mangas, aunque algunos llevaban
mangas largas, a veces con puños.
Este estilo de vestido aparece en 1958 cuando la primera dama de los Estados Unidos Mamie Eisenhower vistió
un vestido trapecio de seda shantung como parte de su guardarropa de primavera;
los fabricantes produjeron copias al instante, y la popularidad del estilo
aumentó. Hacia 1960, el vestido trapecio evolucionó, convirtiéndose en un mini
vestido. Desde entonces este tipo de prenda aparece y desaparece de la moda de
manera continua a través de los años.
Y ahora estamos en una de esas épocas que “aparece”, con variaciones a su
primigenia imagen: manga francesa, en vez de sin mangas y de punto.
Os tengo que confesar que pese a que el vestido me gusta mucho, creo que lo voy
a usar en contadas ocasiones ya que el largo no me parece el apropiado para ir
a trabajar.¡ Es demasiado corto! Aunque para salir a comer o cenar me parece
muy “apañado”, ¡vamos de esos que nos sacan de más de un apuro!
¿Qué pensáis vosotras de este tipo de vestidos?, ¿os gustan?
Look total Zara
Muy sencillo y elegante!!!!
ResponderEliminarGracias Nuria! Totalmente de acuerdo. Bst
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